A LAS BRIGADAS INTERNACIONALES
Y vinisteis de lejos…
Llegasteis como llega la esperanza.
Llevabais en los ojos
un tiempo memorable,
guardado en una caja de zapatos.
Vinisteis a morir con nuestros muertos
a compartir trincheras y canciones.
Vinisteis a llorar
un llanto necesario.
El llanto de una España de alborada,
de un tiempo de cerezas e ilusiones
que algunos han querido que olvidemos.
Nosotros, descendientes,
hijos y nietos de los desahuciados,
de los vencidos,
de los humillados,
venimos a entregaros la memoria
hecha palabra,
cosida a nuestros huesos.
Ese es nuestro legado,
recordar, recordar,
no hacer olvido,
tener de nuevo
lo que os arrebataron:
la justicia, el mañana y la canción.
MARÍA LUISA DE LA PEÑA
Y vinisteis de lejos…
Llegasteis como llega la esperanza.
Llevabais en los ojos
un tiempo memorable,
guardado en una caja de zapatos.
Vinisteis a morir con nuestros muertos
a compartir trincheras y canciones.
Vinisteis a llorar
un llanto necesario.
El llanto de una España de alborada,
de un tiempo de cerezas e ilusiones
que algunos han querido que olvidemos.
Nosotros, descendientes,
hijos y nietos de los desahuciados,
de los vencidos,
de los humillados,
venimos a entregaros la memoria
hecha palabra,
cosida a nuestros huesos.
Ese es nuestro legado,
recordar, recordar,
no hacer olvido,
tener de nuevo
lo que os arrebataron:
la justicia, el mañana y la canción.
MARÍA LUISA DE LA PEÑA
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